Nunca debes dejar a los niños o mascotas solos alrededor de las estufas de pellets cuando están encendidas. Ten especial cuidado con el vidrio en la parte frontal de la estufa, ya que puede calentarse mucho cuando se enciende la estufa.
Si hay niños más pequeños en tu hogar, o si tienes mascotas que disfrutan de relajarse cerca de la estufa, sería una buena idea usar un protector alrededor de la estufa.
Para recibir alertas si hay niveles peligrosos de monóxido de carbono en tu casa como resultado de una ventilación deficiente, debes considerar la instalación de un detector de monóxido de carbono.
Asegúrate de desechar las cenizas en un recipiente para que no haya posibilidad de que puedan provocar un incendio. Lo ideal es utilizar un recipiente de metal que tenga una tapa. Mantén las cenizas lejos de cualquier otro residuo doméstico. El recipiente no debe almacenarse en el hogar.
Tu estufa debe ser revisada una vez al año. Esto segura que continúe funcionando correctamente y que el profesional pueda verificar su ventilación y otros aspectos de seguridad. También debes tener cuidado de verificar las áreas que pueden acumular cenizas. Presta especial atención a cualquier agujero de aire en la estufa que pueda haberse obstruido.
Lee las instrucciones que vienen con tu estufa de pellets. Aunque las estufas de pellets funcionan de manera similar entre sí, no hay dos modelos iguales, por lo que siempre debes seguir las instrucciones del fabricante.
Para asegurarte de que estás lo más seguro posible cuando estás utilizando tu estufa de pellets, solo debes usar los pellets recomendados. El manual de instrucciones especificará el tipo de pellet que debes usar. Si usas una alternativa a la que se recomienda, podrías encontrar que esto resulta en una menor eficiencia y más humo.